La importancia del agua en el café de especialidad

Cuando hablamos de café de especialidad, solemos enfocarnos en el origen del grano, el método de preparación y la frescura del tostado. Sin embargo, el agua es un ingrediente crucial que muchas veces pasa desapercibido. Después de todo, una taza de café está compuesta en un 98% de agua, ¿cómo no darle la importancia que merece?

¿Cómo afecta la calidad del agua al café?

El agua no es simplemente H₂O. Está compuesta por minerales y sustancias que pueden influir drásticamente en el sabor del café. El contenido mineral del agua afecta la extracción de sabores del grano, alterando desde la acidez hasta la dulzura de la bebida.

• Dureza del agua: El calcio y el magnesio son los minerales más comunes que afectan la dureza del agua. Una cantidad adecuada puede resaltar sabores, pero demasiada dureza puede resultar en un café amargo.
• pH del agua: Un pH equilibrado es crucial. Un agua demasiado ácida o alcalina puede enmascarar los sabores delicados del café.
• Cloro y otros aditivos: Muchos sistemas municipales añaden cloro al agua. Este químico puede darle un sabor desagradable a tu bebida.

¿Cómo elegir el agua ideal para tu café?

Elegir el agua adecuada no es tan complicado como parece. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos:

1. Usá agua filtrada: Esto remueve impurezas y excesos de cloro, acercándote a un perfil de sabor más limpio.
2. Optá por agua embotellada de buena calidad: Si el agua de tu grifo es muy dura o tiene un sabor extraño, esta puede ser una buena opción.
3. Considerá un filtro de osmosis inversa: Ideal para quienes buscan un control total sobre la calidad del agua.

Experimentá y encontrá tu equilibrio

No existe una única "mejor" agua para todos los cafés. La clave es experimentar con diferentes tipos de agua y encontrar cuál resalta mejor los sabores que más te gustan en tu café preferido. Tomate el tiempo de probar y ajustar, y notarás la diferencia en cada sorbo.

Conclusión

La revolución del agua en el café de especialidad no es simplemente un capricho de baristas exigentes. Es un reconocimiento de que cada elemento en la preparación de tu café cuenta. Si querés llevar tu experiencia cafetera al siguiente nivel, empezá por mirar hacia el agua que usás. Tu paladar te lo va a agradecer.