El origen del Flat White

El flat white es una bebida que ha ganado popularidad en todo el mundo, especialmente entre los amantes del café de especialidad. Pero, ¿es realmente tan plano como su nombre sugiere? Esta bebida icónica tiene orígenes disputados entre Nueva Zelanda y Australia y consiste en una base de espresso con leche vaporizada, similar al cappuccino pero con menos espuma.

Mitos sobre el Flat White

Existen varios mitos alrededor del flat white que vale la pena desmentir:

1. Es solo un latte pequeño: Aunque pueden parecer similares, el flat white se diferencia por su proporción de café y leche, creando un sabor más intenso.
2. No tiene suficiente espuma: La microespuma del flat white es clave, aportando una textura sedosa que se integra completamente con el espresso.
3. Es solo para hipsters: Esta bebida es para cualquiera que disfrute un buen café, sin importar modas.

Críticas comunes

Algunas críticas sugieren que el flat white puede ser monótono o aburrido. Sin embargo, esto suele deberse a malas preparaciones. Un buen flat white resalta la calidad del café, permitiendo apreciar los matices de los granos de especialidad.

Cómo redescubrir el Flat White

Si sentís que el flat white es demasiado plano, probá estas recomendaciones:

• Experimentá con diferentes orígenes de café: Cada tipo de grano ofrece notas únicas que pueden transformar tu experiencia.
• Ajustá la proporción: Un poco más de espresso o menos leche puede cambiar profundamente el perfil de la bebida.
• Probá con leches alternativas: Leches de avena, almendra o soja pueden aportar sabores diferentes sin perder la esencia del flat white.

Conclusión

Lejos de ser un café plano, el flat white es una bebida versátil que, bien preparada, puede ofrecer una experiencia sensorial rica y satisfactoria. Al cuestionar mitos y explorar nuevas formas de disfrutarlo, podés descubrir por qué sigue siendo una elección tan popular entre los cafeteros del mundo.